viernes, 31 de julio de 2009

Pegado

Estoy de entrar en una disco la más top de mi ciudad, se puede decir. Soy el único que tengo que mostrar mi carnet, no se me nota mis diecinueves, creo que tengo un serio desfase hormonal debido a mis constantes suplicas de nunca llegar a ser un adulto responsable cuando pequeño. Estoy en la fila esperando entrar con unos amigos, andamos aparejados, somos cuatros. Veníamos de una reunión de ex compañeros de media que resulto ser un desastre así que decidimos venir acá, a ver a la banda rock del momento. Estamos justo a tiempo de que empiece, salen los integrantes y el fervor es sorprendente. En medio del bullicio todos comienzan a saltar y corear, las compañeras de baile desaparecen, y me quedo con mi amigo. Al rato aparecen con unos tragos de gin con gin, ofreciéndome de inmediato, ya que les encanta la cara tipo ‘chupando limón’ que pongo. Es que nunca he estado acostumbrado a tomar, a lo más bebo de la cerveza con naranja y aun así puedo quedar en estado de intemperancia.

Suena el tema top y nos ponemos a saltar hasta que me quedo pegado. Miro metros adelante mío detalladamente y era la Peri, mi ex...compañera de básica de la que quede atontado, y de la cual descubrí que precisamente no era dolor de estomago de lo que me quejaba en ese tiempo. Seis años van desde que salí de la prepa y todavía sigue fresca en mi mente. Me quedo sorprendido viéndola vestida de negro y pensar que ella era fanática de los Backstreet Boys con álbum de stickers incluido, y que de pasada me contagio a mi por el solo echo de recordarla a ella. Ahora más que nunca entiendo eso de ‘El pasado te condena’. Quedo aun más estupefacto cuando veo que no andaba sola. Era un tipo barbon, salido de algún grupo reggae, que casi lo echan los guardias por bailar como vedetto con ella. Yo estaba más fogoso que la cresta, por ser discreto, creo que la envidia me carcomía en ese instante. Mi amiga, que estaba al lado mío, noto que deje de saltar y cantar, ‘Oye que pasa, ¡yapo!’ Me decía, ‘acá estoy’ Respondí y seguí como si nada, aunque el ritmo no me duro mucho. En ese momento pensaba que pasaría si volteaba ella, que iba hacer. Aunque quedaba fijo mirando para ver si la llamaba con el pensamiento, pero al menor presentimiento de que iba a girar yo me daba vuelta. Tenia ganas de hablarle caleta pero con ese tipo parado al lado de ella que no paraba de abrazarla, mi autoestima se veía seriamente reducida.

Pasaron los minutos y la tocata término, empezó a sonar punchi punchi, el tumulto de gente desapareció y se empezaron a reunir parejas en la pista. Perdí a la Peri, no se divisa por ningún lado ni a su pareja tampoco. Me empiezo a preguntar si realmente malgasté la oportunidad o me a auto convenzo de que no era el momento. En fin creo que estoy pegado y debería mirar adelante, pero eso último es una conclusión repetida mía.

Estoy en la pista con mi pareja de baile, hasta que de nuevo escucho ‘¡yapo muevete!’Es que otra vez mi mirada busca, otra vez me quede pegado, pura nostalgia.

27 de Junio del 2005

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